miércoles, 15 de diciembre de 2010

La «ciudad muerta» como espacio literario

Brujas




Georges Rodenbach



Brujas, la Muerta

"En ocasiones le parecía que siempre había vivido en Brujas, y en otras, que acababa de llegar el día anterior. También los lugares se movían: se abolían las distancias al igual que los días (...) Pensaba poco en los incidentes de su vida pasada, disueltos ya como si fueran sueños."

"Del mismo modo también hay ciudades que tienen una personalidad, un espíritu autónomo, un carácter casi exteriorizado que corresponde ya a la alegría, al nuevo amor, al renunciamiento o a la viudez. Toda la población tiene un estado espiritual, y apenas se vive en ella, este estado de alma se comunica, se nos propaga en un fluido que se inocula y se difunde con la atmósfera.
Hugo había sentido al principio esta influencia vaga y lenitiva de Brujas, y por ella se había resignado a sus solos recuerdos, a la ruina de sus esperanzas, a la espera de una buena muerte... Y ahora todavía, a pesar de las angustias del momento presente, por lo menos su pena se diluía un poco a la hora del crepúsculo, sobre los largos canales de agua inquieta, y procuraba confundirse de nuevo con la imagen y semejanza de la ciudad."



2 comentarios:

  1. Me parece absolutamente sublime

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  2. Creo que te has hecho un pequeño lío: el primer párrafo es de Opus Nigrum, de Marguerite Yourcenar. El segundo sí pertenece a Rodenbach. Un abrazo.

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