Paul Verlaine |
Yo soy el Imperio al fin de la decadencia
[…]
¡Nada poder, tan débil en mis lentos deseos!
¡Nada querer, que haga florecer esta existencia!
¡Oh, no querer ni poder aventurar la muerte!
¡Ay, todo lo bebimos! […]
¡Sólo un poema bobo que se echa al fuego,
un esclavo libertino que me desdeña,
sólo un hastío de no sé qué, que nos aflige.
No hay comentarios:
Publicar un comentario